Era…como tenerte de nuevo,
mismos ojos en otra cara
las mejillas
tan sonrojadas como antaño.
Otrora, nacido niño
hoy, un dulce nombre de niña:
Camila.
Inevitable es volver a amarte.
Aún acunada en otros brazos
ella, eras tú
doble ofrenda de la Vida
en amable presente.
Mi angustia, relegada al olvido
mi miedo, arrinconado
en la gaveta más oscura de la razón.
Esta vez, sí pude respirar
las flores que precedieron tu/su llegada
y el alborozo contagió el nido familiar
con la tibia promesa de un futuro.
Era, insisto, como tenerte de nuevo
renacido / recibido
no directamente en mi pecho
en vez, múltiples manos para acogerte
torbellino de rostros
sonrisas, voluntad, corazón.
¡Oh, pequeña!, la cautiva,
rotos los lazos del amor
nada ha sido suficiente para retenerte.
Ante mis ojos, noche a noche
una fotografía rasgada cuelga del muro de los lamentos
mientras tú, ¿por dónde caminas?
¿Qué te hace sonreír?
¿Qué nombres recuerdas?
¿A quién cantas tus nuevas canciones?
¿Cuántos años ha de durar este exilio?
Cada traspiés
cada visita abortada es una afrenta al corazón,
sentimiento que no resiste consuelo.
P.D.
Hijo
tú
solo
entiende:
era, como tenerte de nuevo.
Amanda Espejo
Quilicura / diciembre - 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este espacio está abierto para tus impresiones. Úsalo con el mismo respeto conque yo me muestro para ti.
Se agradece...