Siempre un sueño recurrente
un retazo de mi noche
lo difuso lo sin
nombre lo extraviado.
De mi pecho,
un dolor lacerante
el retorno de la rabia, la pieza faltante
la tibieza entre la bruma
lo embriagante el
deseo el sentido
EL RETORNO DE LA MANO A LA ESCRITURA
Un asomo de cordura
(o un resabio de
locura)
Lo constante de la e
s p e
r a
par de ojos su
mirada unas manos
bajo vientre una
espalda…
En resumen, (y entre todo)
desencanto, la Tristeza
¡La mía!
y el despierto desespero
a ojo abierto
de no poder recordar tu cara.
Amanda Espejo
Quilicura – noviembre
2017