miércoles, 25 de agosto de 2010

Mi retorno / Des-andares

DES-ANDARES



ansada, ante la milésima encrucijada del destino, me resigno, doy vuelta la espalda a sus ramales y vencida, comienzo a borrar mis propias huellas sobre la arena. Atrás dejo el mar de lo inexistente, reflejo fiel de cada uno de nuestros deseos. Atrás. Niego mis oídos a sus cantos de sirena: no escucho otras voces que no sean las del regreso.

Mis manos ovillan el hilo de Ariadna con la confianza ciega que me da el recuerdo... Había un algo... un lugar... un SER. Mis sentidos se aligeran a la par que mi equipaje. Aquí, a la vera del sendero dejo un hatillo con el desgaste del tiempo y el peso de los años.
(¡Oh, tristeza... y los fútiles años de búsqueda estéril!...)

"La verdad, no está por SER, ya ha SIDO..."

Investidos por la prisa alada que da el cansancio, mis pies deshacen con esmero cada valle, cada esquina, cada sitio en donde posé mis pasos.
Ahora, he de mirar de frente los colores del fracaso. He de escarbarlos entre las grietas vivas de mi memoria por un breve y último instante. Luego, el atrás; asumido, ya no más.
Ya no hay cercos ni culpas que me contengan. La razón me sobrevuela, ingrávida, libre, y ni siquiera esta piel ajada y curtida al sol es capaz de mantenerme dentro.
Es... un desgastar lo vivido al máximo. Es mi nueva "vieja-piel" que se desgarra, traslúcida, como una lluvia de escamas sobre el zarzal que circunda la colina.
Allí, sobre su ladera izquierda aún subsiste el campo de brezos que salpica sus faldas; allí, entre la fuerza inalterable de sus raíces reencuentro mi propio origen.
Asciendo con renovados bríos, en una loca carrera que no es tal, es otra ilusión de los sentidos... la verdad, es que me deslizo lenta y segura, con la placidez que dan las certezas.

"Voy, estoy por SER. Tu verdad me completa".

¿Qué podría perturbar mi ensoñación? Nada. Hasta la sangre que brota de mis plantas me parece hermosa: el más digno tributo al momento del encuentro.
Me arrebato en la limpidez del aire que te precede... ¿Será que mis pulmones presienten la felicidad? Debe ser así. Atrás quedaron las turbiedades empantanadas y las tormentas de arena.
Me desmayo; mi entereza se desmorona frente al descubrimiento sólido del hogar: ya no es sólo un presentimiento. Mis manos... ¿podrán obedecerme? Parecen desintegrarse frente al umbral.
Fotografía de Maritza Álvarez


Con último esfuerzo me obligo a tocar tu puerta... (mi puerta). Te veo venir sin que esta se abra... ¡Eres, estás, persistes! Por lo tanto, cobra sentido el largo devenir de mi existencia.
Me muero por segundos para volver a vivir. Las palabras se extravían entre las cuerdas de mi garganta. ¿Es que existe un lenguaje más verdadero que el de los sentimientos?
Por fin, rechinan los goznes y las maderas ceden ante mi ansiedad. Ahí estás y estoy al mismo tiempo. Nunca pude reconocerme en otro reflejo que no fueran tus ojos.
El vértigo invade mi cuerpo ante la imposibilidad de hablar. Todos los signos del tiempo, todas las lenguas del mundo no bastan ante el apremio de expresar lo que siento... es toda mi vida en un segundo.
Un aura cálida me envuelve y en el aire percibo claramente los rumores y fragancias de mi infancia: esas carreras al viento, ese trinar de carcajadas y ese aroma inconfundible a pasto y tierra mojada...
La última de mis resistencias rezagada en mi garganta se disuelve en tu mirada: la verdad no está por ser, ya ha sido. Para reafirmar aquello me bastan cuatro palabras:

"Abrázame... he vuelto a casa".



Amanda Espejo
Quilicura - 1 - 06

martes, 17 de agosto de 2010

Mi alegría / Mi poemario No hay más que ESTO.



Prontamente, presentación de mi poemario NO HAY MÁS QUE ESTO.



*Imagen pegoteada por Amanda para dar la ilusión.

lunes, 16 de agosto de 2010

Mi frustración / Treinta y tres




TREINTA Y TRES


Nosotros recitamos.
Mientras se estremece la tierra
y se desborda el río,
recitamos,
con el alma ungida por una musa alada
(o inventada)
mientras la montaña se traga los años del Cristo.
...33...33...33...33...33...33...33...33...33...
Recitamos a dúo con el rugir del tornado
el bramido de la ola y el crepitar del fuego
mientras la humanidad toda cae,
se estrella contra los elementos
y su propia tozudez.
Nosotros, los elegidos
recitamos
la epopeya del héroe
los coloquios de la ninfa,
los avatares de la existencia
y el culto a lo bello.
Mientras...
el mundo se cae a pedazos en todas sus latitudes.
La Nova Torre de Babel
se desploma a nuestro alrededor
mientras nosotros, los sin alma
persistimos en mirar hacia lo alto
buscando, auscultando en cada astro
o en la luna del espejo.
Me pregunto...
¿Servirá de algo todo esto?
Con la lengua enardecida de orgullo
en nada aliviaremos la hambruna de los pueblos.
Tenemos tanta poesía dentro y tan vacías las manos que...
no hacemos otra cosa que recitar
para acallar la verdad que zumba en nuestros oídos.
Mas nosotros,
collage de poetas,
caleidoscopio vivo de grafía,
nunca, nunca supimos descifrar el canto de las aves.



Amanda Espejo
Quilicura, Agosto - 2010

lunes, 9 de agosto de 2010

Mis apuntes / Sobre la compulsión de escribir.


(La letra debe se de la "demonia". Mía no es. Creo...).


APUNTES del cuaderno.


¿Cuántas veces he roto este cuaderno?
Pobre de él, ya tiemblan sus hojas cada vez que lo abro...y escribo...¿para qué?
¿Para qué escribe el poeta, para qué crea?
¿Para qué pinta el pintor, compone el músico o talla el escultor?
¿Para qué se crea, en general?
Para confirmar, para creer ¡al fin! que se está vivo.
Yo escribo para ello. Junto papeles escritos y reescritos por mí como testimonio de mi persona, como vestigio tangible de mi paso por la tierra. No basta con lo otro: con deslizarse suave por sobre la superficie sin dejar huella. No alcanza el gesto para confirmar una vida. Bien pudo ser el viento...
Lo que no entiendo es cuál es la necesidad de hacerlo. ¿Para qué? Las cosas normales van a suceder normalmente a cualquier ser normal que camine sin ruido. Yo soy anormal. Debo serlo, pues no me creo que estoy aquí si no veo mis propias huellas, y estas son palabras, semas, signos, trazos, cualquier cosa perdurable sobre el papel. Cualquier expresión que signifique ALGO, que comunique algo que no soy capaz de expresar en el simple vivir.
Por ello sé que soy anormal, porque siempre quiero grabarlo todo, marcar todo a mi paso con alguna actitud, postura, reacción o proceder ante la vida por medio de palabras, aunque sea, como ahora, por medio de esta letra infernal.
Soy anormal y escribo poseída. No por un diablo bíblico, sino por mi propia demonia interior, la cual tengo que salir a buscar a... ningún lado, ya que permanece, día y noche, junto a mí.
Era de esperar...si a Dios hay que buscarlo dentro de nosotros, obviamente, algún demonio o demonia ha de convivir también con él. Así es la vida.


Amanda Espejo
(Cualquier día).

miércoles, 4 de agosto de 2010

Mi inquietud / ¿Se puede desear más?

 Este librito es parte del proyecto Hechos a Mano que pensamos con Lila y Yasmín en Casa Fawaz. Está hecho en un formato muy sencillo, siete por once centímetros,  para que pueda ser copiado por niños o jóvenes estudiantes (digo yo!), y se guarda en un tubo reciclado de papel higiénico. 
En él puse el poema que expongo abajo, un poco resumido, pero se lee bien. Aquí, versión completa:


¿ SE PUEDE DESEAR MÁS ?


Desde algún tiempo penan mis ojos
por algo incierto (algo faltante)
que no acierto a definir...

Voy a subir a la cima antes de que huya la noche
para guardar en mis ojos lo vasto del horizonte.

Y puedo ver...

El despuntar del alba correteando las sombras
un disco de oro que emerge tras la montaña
lanzando brillares cálidos sobre la tierra.
Es hermoso... la promesa del comienzo se renueva.

Los campos se esponjan ante la semilla
la Madre Tierra pare sus hijos de amor,
frutos de alimento, frescor de follaje.
Es maravilloso... la promesa de la vida se cumple.

Más allá, un azul nuevo delimita el cielo
un espejo de agua esconde los secretos
de mareas que danzan de ida y vuelta.
Es reconfortante... la promesa del retorno se confirma.

Hombres y mujeres construyen los caminos
emulando a los dioses, capturan la belleza
creando mundos de formas, sonido y lenguaje.
Es alentador... la promesa de evolución se concreta.

Al correr de las horas, el día se repliega,
el crepúsculo irrumpe con flores de colores
pintando las nubes de fuego y oro.
Es bellísimo... la promesa de lo opuesto se acentúa.

Me envuelve una noche silenciosa
la Diosa Luna, en un gesto amoroso,
me descuelga estrellas bañadas de plata.
Es revelador... la promesa del infinito se percibe.

Se ha completado un ciclo.
Mis ojos están hartos y hambrientos a la vez
cual si faltase una última pincelada
un acorde no compuesto... o una flor sin germinar
un refugio no hallado, una idea no expresada,
senderos sin recorrer o un poema sin entregar.

¿Se puede desear algo más?

Lo irremediable de una lágrima confirma la certeza:
Todo el mundo y su naturaleza no alcanzan
si en ello, no estás tú.




Amanda Espejo
Quilicura / 2004